Kenia para mí nunca ha sido un lugar de vacaciones. Y eso no significa que para muchos lo sea, porque hay lugares espectaculares, playas paradisíacas, hoteles de lujo, restaurantes con comida exquisita, o por lo menos eso me han contado y eso he visto en fotos.
Para mí Kenia, desde el día que lo pisé, fue un propósito, con todo lo que eso conlleva.
Porque en Kenia me crucé con la cara de Apochena, con la de Asilí o con la de Nasungura. Niñas destinadas a casarse sin haber cumplido la mayoría de edad, con alguien a quien ni conocen, para pasar el resto de su vida sin saber quienes son y cuánto valen.
Niñas preciosas, llenas de luz y de sueños, condenadas a ceder esos sueños a otros. Niñas que saben lo que es la muerte sin que nadie se lo haya explicado, que saben lo que es el valor de cada instante, porque cada día es una vida entera.
A las que nadie besa ni abraza, porque eso en Chumvi no se hace.
Niñas que cuando consiguen algo de comida en la basura lo comparten con los más pequeños, los de dos y tres años, porque ellas, de seis, ya son mayores y tienen que cuidarlos. Porque no quieren que vivan lo que han vivido ellas. Y es que seis años pueden ser muy pocos, o ser demasiados.
Para mí Kenia es el lugar donde me abrocho mis botas de montaña a las 6 de la mañana, dando gracias por poder elegirlo, y me meto en el barro hasta las cejas.
Es donde más he llorado, donde más asco me ha dado la vida, donde he pasado noches sin dormir pensando en si Franco se volverá a escapar de casa porque no soporta más las palizas de su tía. En si Philimon soportará esta nueva crisis y saldrá del hospital con vida.
En Lucy desmayándose cuando le contamos que habían apuñalado a su sobrino y le habían matado. En la tía de Lopeyok cuando le quitamos la custodia de sus sobrinos porque utilizaba a Francisca de esclava. En Denis cuando se queda solito en casa y se hace pis encima y no puede ni moverse porque su parálisis no le deja. En Gabriel cuando su madre le dijo que no le quería por ser discapacitado y se fue a vivir con la abuela para aguantar los desprecios del abuelo. En Namatukae tirada en el suelo sin poder moverse porque el hambre le provoca un dolor en la tripa que le impide levantarse.
Kenia no es mi lugar de vacaciones, Kenia es donde tengo una familia a la que la vida no le ha dado la libertad que tenemos en otros lugares. Kenia es donde tengo 207 niños y niñas a los que me niego que les roben los sueños, porque son suyos y tienen que cumplirlos.
A Kenia no vamos María y yo a pasárnoslo bien. A Kenia vamos a cerrar la herida que se nos abre cuando pensamos en la cantidad de gente que solo necesita una oportunidad y no solo no se la dan, sino que se la quitan.
Cuando alguien me dice: “qué suerte, te vas a Kenia, pásalo bien”.
Pienso: “lo intentaré”.
Soy muy consciente de que esa persona no sabe lo que está diciendo. Porque suerte sí que tengo, de poder levantarme cada mañana y poder decidir si buscarme un trabajo que me aporte seguridad y tranquilidad, si irme al cine por la tarde, cenar por ahí o hacerme una pizza en casa. Si darme una ducha de agua caliente al levantarme o al acostarme, si empezar un nuevo curso de algo que me motive para seguir aprendiendo, si beberme un café frío o caliente, o no bebérmelo. O si ponerme mis botas, decirles a mis padres que les quiero e irme con mi otra familia a empaparme de la mierda que les rodea, para que la mierda sea menos.
Lo de pasarlo bien… lo intento.
HAZTE SOCI@ Y AYÚDANOS CON EL PROYECTO
10 comentarios en «Lo que parece… y lo que realmente es | La realidad de nuestro trabajo»
Hole tus ovarios ,vuestros ovarios!!! Que ejemplo sois para mí siempre a sido mi ilusión trabajar en una ONG,o crear una.
Os admiró y os deseo lo mejor .Gracias por haberos cruzado en mi vida
Gracias a ti!!! abrazos grandes
Que te digo…os queremos.
y nosotras más
Lágrimas saltadas…pienso que no hay tiempo ni espacio para agradeceros lo que hacéis… Ojalá cada una de las personas de este mundo 🌏tuviera una milésima parte de vuestro corazón, entonces el mundo sería más justo. Os mando toda la energía del universo porque OS la merecéis.
🥰🥰🥰🥰
Cuando leo estas palabras, no puedo evitar sentir vergüenza.
Somos tan egoístas, nos sentimos tan por encima de todos, que no paramos a ver lo afortunado que somos y la obligación que tenemos de ayudar.
Se me parte el corazón solo con pensar en cada una de las historias que acabáis de mencionar así que, no me quiero imaginar el sentimiento que recorre vuestro cuerpo al tener que vivirlo en primera persona y con los pocos recursos que contais para esa ayuda.
Desde aquí os doy una vez más las gracias, por todo los que hacéis, por darle una OPORTUNIDAD a esos niños y enviaros desde aquí mi más profunda admiración.
gracias a ti Carmen!
Gracias a ti Carmen
La verdad que nadie puede saber de la cruda realidad de allí a menos que te lo cuenten…y aún así cuando te lo cuentan y a la misma vez te lo estás imaginando…solo te puedes hacer una idea de un 10% de lo que realmente ocurre…pero realmente solo sabes cómo están las cosas al 100% cuando uno/a esta allí…convive allí y lo ve con sus propios ojos y aparte de verlo lo vive al interactuar con esas personas…y entonces es cuando te das cuenta y tu cerebro de repente hace un clip y piensas en las veces que las personas te han contado como están las cosas por allí y dices…madre mía…todo lo que yo pensaba y me imaginaba y ni me aproximaba a la triste realidad…no puedo imaginarme…si siquiera aproximarme a lo que realmente veis y vivís en ese lugar…la de veces que os habréis frustrado…ofuscado…incluso os habrán saltado las lágrimas y habréis llorado por pena por esas personas…llorado por impotencia de querer ayudarles y a lo mejor en un momento dado no saber o poder como hacerlo…pienso que lo habéis pasado muchas veces muy mal…pero siempre queda y reconforta cuando habéis podido ayudar…pues a que vivan un poquito mejor…a que coman aunque sea una vez al día…pero que coman…que tengan agua buena y potable con la depuradora….a que tengan medicinas y asistencia sanitaria…cultivos para poder subsistir…una escuela para que los niños puedan formarse y educarse para que el día de mañana puedan salir y enfrentarse o por lo menos defenderse en el mundo…la fábrica de los sueños y ahí está esa balanza…sopesando las cosas malas de allí con las cosas buenas que se han conseguido…y hay que seguir luchando y trabajando duro para seguir consiguiendo cosas y objetivos para el bienestar de ellos y hacer que esa balanza siempre se incline cada vez más hacia todo lo bueno que se ha conseguido para ellos y no hacia todo lo malo…y todo eso es gracias a personas como vosotras…emprendedoras…luchadoras…humanitarias…que conseguís hacer despertar y ver a la gente la cruda realidad para que podamos ayudar y aportar nuestro granito de arena ya no solo para ayudarles a ellos…que también…sino para ayudaros a vosotras también a facilitaros un poco el trabajo que lleváis una carga y un peso enorme con todo lo que vivís allí…una vez más agradeceros todo lo que hacéis…que sois personas maravillosas…hablando objetivamente y como chico que soy…que sois unas chicas que realmente mereceis la pena…por esa madurez que tenéis y aportáis…esa humanidad que hoy en día por desgracia se va perdiendo poco a poco pero que todavía personas como vosotras conservais…esos valores de calidad humana que inculcais a las personas para ayudarnos a mejorar…a valorarnos…a respetarnos…a querernos…que todos/as somos únicos/as….y también y por qué no decirlo…sois muy hermosas…osea…como mujeres lo tenéis todo y eso hoy en día es difícilisimo encontrar por no decir casi imposible…por eso os quiero muchísimo…ojalá alguna vez os llegará a conocer en persona…un beso y un abrazo muy fuerte
By Jorge